Javicho
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Pocos temas intrigan tanto al ser humano como el de la muerte; y es que se han tejido tantos pensamientos, teorías y creencias en torno a ella que parece que encontrar un concepto único es imposible.
La ciencia no se adentra en temas filosóficos, pero sí detalla una cantidad de procesos que ocurren después de morir; y son esos procesos los que trataremos brevemente.
¿Qué entendemos por Muerte?
Anteriormente se creía que la muerte era un evento que ocurría cuando una persona experimentaba el cese de los latidos del corazón o de la respiración; lo que se conoce como muerte cardiopulmonar. Sin embargo, las prácticas de resucitación actuales han hecho que la frontera sea algo más difusa.
Incluso luego del cese de los latidos, el cuerpo sigue experimentando actividad, muchas veces a nivel cerebral, que dura un corto período; pero también se experimenta mucha actividad biológica. Por todo lo anterior muchos coinciden en que la muerte, en lugar de ser un evento, es en realidad un proceso.
¿Qué sucede una vez que alguien fallece?
Cuando una persona muere, la chispa de vida en dicha persona se apaga, pero su cuerpo sigue en funcionamiento. Esto se debe a que la persona tiene millones de microorganismos dentro de sí que siguen vivos incluso luego del fallecimiento de la persona.
Estos microorganismos o bacterias eran los encargados, por ejemplo, de ayudar en la digestión de los alimentos que consumía la persona. Y son precisamente estos organismos los que toman un lugar protagónico en el proceso de descomposición posterior a la muerte.
A continuación, explicamos las diferentes etapas ligadas al proceso de descomposición del cuerpo.
Livor Mortis
Este proceso puede comenzar a notarse aproximadamente en la primera hora posterior al deceso, y se caracteriza por la palidez en la piel del cadáver. Esto se debe a que, por el cese de los latidos del corazón, la sangre ya no circula por las distintas partes del cuerpo; lo cual produce la pérdida del color natural de la persona.
Rigor Mortis
Este segundo proceso puede comenzar a notarse desde las primeras 2 a 6 horas luego del fallecimiento. Es cuando el cuerpo se pone rígido como consecuencia del tensado de los músculos por los cambios que experimentan a nivel celular. Este proceso se puede mantener entre 24 a 84 horas, luego los músculos pierden la rigidez.
Algor Mortis
Este proceso se caracteriza por la presencia de frialdad en la piel del cadáver, como consecuencia de su imposibilidad de regular la temperatura interna. Ocurre en un periodo que puede abarcar desde las 18 a 20 horas luego del deceso.
El papel de las bacterias
En vida, los gases producidos por las bacterias del cuerpo eran expulsados mediante la respiración u otros medios; pero al detenerse todo proceso vital, estos gases comienzan a acumularse dentro del cuerpo. Esto provoca que el cuerpo comience a hincharse hasta verse totalmente irreconocible.
A su vez, las bacterias comienzan a separarse o romperse, liberando toda clase de sustancias químicas. Estas sustancias a su vez son el caldo de cultivo ideal para el proceso de desintegración del cuerpo.
Durante este proceso se liberan derivados químicos con el fétido olor característico de los cadáveres. El proceso de descomposición se acelera cuando otros insectos ponen larvas en el cuerpo, las cuales comienzan a consumir los tejidos blandos del cuerpo.
Este proceso puede durar varios días y finalizará una vez que solo quede el esqueleto de la persona fallecida. Todos estos procesos se siguen gestando incluso luego de que la persona ha sido velada y enterrada; demostrándose así que la muerte, al menos desde el punto de vista científico, no es el final de todo.
La ciencia no se adentra en temas filosóficos, pero sí detalla una cantidad de procesos que ocurren después de morir; y son esos procesos los que trataremos brevemente.
¿Qué entendemos por Muerte?
Anteriormente se creía que la muerte era un evento que ocurría cuando una persona experimentaba el cese de los latidos del corazón o de la respiración; lo que se conoce como muerte cardiopulmonar. Sin embargo, las prácticas de resucitación actuales han hecho que la frontera sea algo más difusa.
Incluso luego del cese de los latidos, el cuerpo sigue experimentando actividad, muchas veces a nivel cerebral, que dura un corto período; pero también se experimenta mucha actividad biológica. Por todo lo anterior muchos coinciden en que la muerte, en lugar de ser un evento, es en realidad un proceso.
¿Qué sucede una vez que alguien fallece?
Cuando una persona muere, la chispa de vida en dicha persona se apaga, pero su cuerpo sigue en funcionamiento. Esto se debe a que la persona tiene millones de microorganismos dentro de sí que siguen vivos incluso luego del fallecimiento de la persona.
Estos microorganismos o bacterias eran los encargados, por ejemplo, de ayudar en la digestión de los alimentos que consumía la persona. Y son precisamente estos organismos los que toman un lugar protagónico en el proceso de descomposición posterior a la muerte.
Livor Mortis
Este proceso puede comenzar a notarse aproximadamente en la primera hora posterior al deceso, y se caracteriza por la palidez en la piel del cadáver. Esto se debe a que, por el cese de los latidos del corazón, la sangre ya no circula por las distintas partes del cuerpo; lo cual produce la pérdida del color natural de la persona.
Rigor Mortis
Este segundo proceso puede comenzar a notarse desde las primeras 2 a 6 horas luego del fallecimiento. Es cuando el cuerpo se pone rígido como consecuencia del tensado de los músculos por los cambios que experimentan a nivel celular. Este proceso se puede mantener entre 24 a 84 horas, luego los músculos pierden la rigidez.
Algor Mortis
Este proceso se caracteriza por la presencia de frialdad en la piel del cadáver, como consecuencia de su imposibilidad de regular la temperatura interna. Ocurre en un periodo que puede abarcar desde las 18 a 20 horas luego del deceso.
El papel de las bacterias
En vida, los gases producidos por las bacterias del cuerpo eran expulsados mediante la respiración u otros medios; pero al detenerse todo proceso vital, estos gases comienzan a acumularse dentro del cuerpo. Esto provoca que el cuerpo comience a hincharse hasta verse totalmente irreconocible.
A su vez, las bacterias comienzan a separarse o romperse, liberando toda clase de sustancias químicas. Estas sustancias a su vez son el caldo de cultivo ideal para el proceso de desintegración del cuerpo.
Durante este proceso se liberan derivados químicos con el fétido olor característico de los cadáveres. El proceso de descomposición se acelera cuando otros insectos ponen larvas en el cuerpo, las cuales comienzan a consumir los tejidos blandos del cuerpo.
Este proceso puede durar varios días y finalizará una vez que solo quede el esqueleto de la persona fallecida. Todos estos procesos se siguen gestando incluso luego de que la persona ha sido velada y enterrada; demostrándose así que la muerte, al menos desde el punto de vista científico, no es el final de todo.