Eloy20
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Las pilas son unos pequeños objetos que proporcionan energía a una gran cantidad de aparatos eléctricos, la vida sin estas es bastante difícil de imaginar debido al extenso uso que le hemos dado.
Sin embargo, una terrible desventaja de su uso masificado es la contaminación que producen al ser desechadas. La mayoría de las pilas están hechas de metales pesados, corrosivos y altamente contaminantes. Es de vital importancia saber cómo tratarlas y evitar que se sigan contaminando los suelos debido a estos desechos.
¿De qué están hechas las pilas?
En el mercado podemos encontrar varios tipos de pilas, dependiendo de su durabilidad, eficiencia u objetivo, la mayoría de los componentes que estas utilizan son bastante nocivos para la salud y el medio ambiente.
Podemos encontrar pilas alcalinas (compuesta de zinc y dióxido de manganeso). Las pilas recargables por lo general usan níquel en su componente junto algún otro metal, como el hierro o el cadmio. También están las pilas comunes, hechas de zinc y carbono.
Estos elementos utilizados para generar energía están contenidos dentro de la pila, protegidos por una capa de acero. Al ser desechadas de una manera inadecuada, debido a efectos externos (aire, agua u otro elemento) esta carcasa empieza a debilitarse, dejando salir los químicos y metales pesados de su interior, contaminando la zona.
¿Cuáles son los efectos dañinos de las pilas en la naturaleza?
El mercurio es un metal que se encuentra en muchos tipos de pilas, y es altamente tóxico, en los basureros se puede derramar y filtrarse en la tierra, el agua o incluso en la cadena alimenticia. Puede provocar problemas en el cerebro, riñones y problemas psicomotrices, a parte de la enorme toxicidad que presenta.
El cadmio lamentablemente es uno de los elementos más extendidos y de los más contaminantes de las pilas. Solo una pequeña cantidad puede contaminar más de cientos de miles de litros de agua. En altas dosis puede provocar cáncer, además de irritación de fosas nasales y de órganos con los que entren en contacto.
Otros elementos sumamente nocivos son el níquel y el plomo capaces de producir bronquitis o problemas en el sistema nervioso respectivamente. Son elementos que no son muy reactivos con los métodos de tratamiento de basuras, con lo que se liberan en el aire llegando a contaminar las zonas aledañas.
Recomendaciones para evitar la contaminación de pilas
Primero que nada, hay que reducir el consumo de pilas desechables, hay que promover el uso de aparatos eléctricos y recargables, y disminuir el consumo al mínimo posible.
Un paso a tomar en cuenta es que siempre hay que comprar pilas recargables, tienen una mayor capacidad energética además de tener una vida útil mucho más extensa. Pueden verse como una inversión a medio plazo, puesto que, a pesar de ser más costosas que unas desechables, a la larga se gasta y contamina menos.
Al momento de deshacernos de ellas, hay que procurar no botarlas junto a la basura común, y dejarlas en un bote especial para el reciclaje de pilas. Tampoco hay que botarlas en cualquier lado (tierra, riachuelos o en la calle) la intemperie va a romper la batería y hacer que su interior se esparza por el ambiente.
Sin embargo, una terrible desventaja de su uso masificado es la contaminación que producen al ser desechadas. La mayoría de las pilas están hechas de metales pesados, corrosivos y altamente contaminantes. Es de vital importancia saber cómo tratarlas y evitar que se sigan contaminando los suelos debido a estos desechos.
¿De qué están hechas las pilas?
En el mercado podemos encontrar varios tipos de pilas, dependiendo de su durabilidad, eficiencia u objetivo, la mayoría de los componentes que estas utilizan son bastante nocivos para la salud y el medio ambiente.
Podemos encontrar pilas alcalinas (compuesta de zinc y dióxido de manganeso). Las pilas recargables por lo general usan níquel en su componente junto algún otro metal, como el hierro o el cadmio. También están las pilas comunes, hechas de zinc y carbono.
Estos elementos utilizados para generar energía están contenidos dentro de la pila, protegidos por una capa de acero. Al ser desechadas de una manera inadecuada, debido a efectos externos (aire, agua u otro elemento) esta carcasa empieza a debilitarse, dejando salir los químicos y metales pesados de su interior, contaminando la zona.
¿Cuáles son los efectos dañinos de las pilas en la naturaleza?
El mercurio es un metal que se encuentra en muchos tipos de pilas, y es altamente tóxico, en los basureros se puede derramar y filtrarse en la tierra, el agua o incluso en la cadena alimenticia. Puede provocar problemas en el cerebro, riñones y problemas psicomotrices, a parte de la enorme toxicidad que presenta.
El cadmio lamentablemente es uno de los elementos más extendidos y de los más contaminantes de las pilas. Solo una pequeña cantidad puede contaminar más de cientos de miles de litros de agua. En altas dosis puede provocar cáncer, además de irritación de fosas nasales y de órganos con los que entren en contacto.
Otros elementos sumamente nocivos son el níquel y el plomo capaces de producir bronquitis o problemas en el sistema nervioso respectivamente. Son elementos que no son muy reactivos con los métodos de tratamiento de basuras, con lo que se liberan en el aire llegando a contaminar las zonas aledañas.
Recomendaciones para evitar la contaminación de pilas
Primero que nada, hay que reducir el consumo de pilas desechables, hay que promover el uso de aparatos eléctricos y recargables, y disminuir el consumo al mínimo posible.
Un paso a tomar en cuenta es que siempre hay que comprar pilas recargables, tienen una mayor capacidad energética además de tener una vida útil mucho más extensa. Pueden verse como una inversión a medio plazo, puesto que, a pesar de ser más costosas que unas desechables, a la larga se gasta y contamina menos.
Al momento de deshacernos de ellas, hay que procurar no botarlas junto a la basura común, y dejarlas en un bote especial para el reciclaje de pilas. Tampoco hay que botarlas en cualquier lado (tierra, riachuelos o en la calle) la intemperie va a romper la batería y hacer que su interior se esparza por el ambiente.